Así como algunas personas son adictas también al juego de azar o el tabaco, otras lo son a pasar horas pegadas a Internet, un fenómeno que un grupo de especialistas de Estados Unidos considera un «problema psiquiátrico». La “enfermiza afición a la red” ha sido ya diagnosticada por ciertos expertos como Trastorno Adictivo a Internet (TAI). En nuestro país se conoce como “Internet-dependencia”, una adicción que se detecta por los comportamientos de las personas que lo sufren. Esta supuesta enfermedad altera nuestra vida cotidiana y causa un estrés severo tanto a uno mismo como al resto de las personas que están a su alrededor. Además, la adicción al ciberespacio se puede diagnosticar en aquellas personas que mienten constantemente acerca del tiempo que se pasan navegando por Internet o sobre el tipo de contenido visto. Gracias a Internet el mundo global parece menos global y más cercano a nosotros. Lo que no aparece en él, es como si no existiera. De ahí la importancia de esta incalculable fuente de información. Pero es que la Red nació como una herramienta de trabajo y ha degenerado en un divertimento, o ¿no es bien cierto que de cada hora que pasamos frente al ordenador más de la mitad del tiempo no hacemos “prácticamente nada”como por ejemplo revisar la cuenta de correo o buscando páginas webs sobre temas insustanciales?
Entre algunas de las consecuencias de ser «ciberadict@» está en mantener una cierta hostilidad hacia los demás, aislarse de los núcleos sociales, padecer dolor de espalda, sufrir un incontrolable aumento de peso y descuidar la higiene personal. ¿Debemos asumir que estamos avocados a sobrellevar esta “ciberenfermedad? No si al final se nos quedará cara de monitor, se nos cambiarán las huellas dactilares por teclas, nuestros aposentos se metamorfosearán en una bandeja para apoyar las bebidas y, por si fuera poco, los ordenadores cobrarán vida propia y nos absorberán.
Probablemente no sea tan preocupante e inquietante el asunto, pero hay que tener en cuenta que actualmente más de 1.000 millones de usuarios en todo el mundo han quedado atrapados por Internet. Una cifra “inalcanzable” hace algunos años. “Utópico” se atrevieron a decir otros en aquellos entonces. ¿Cómo iba a ser posible que ya en el año 2005 una quinta parte de la población mundial disfrutara de las ventajas (y desventajas) de bucear por la Red?