Desde que te fuiste Lorena, mis noches han sido largas porque en ellas han aparecido las imágenes de todos aquellos momentos juntos. Tu sonrisa, tu dulce sonrisa, ya no podremos volverla a ver. Tierna pero con carácter. Sensual pero sencilla. Alegre y divertida. Nunca podremos olvidarte. Cuántos días, cuántos meses, cuántos años quedarán siempre en mi cabeza. Si cierro los ojos y me dejo llevar todavía creo que estás aquí, a mi lado, hablándome de tus sueños. Te he visto llorar, disfrutar, sufrir, lamentarte, alegrarte, sonreír, vibrar, bailar. Toda una vida rota por culpa de un segundo.
No he podido olvidar tu tez blanca yaciente entre aquellas flores. Parecías una muñeca de porcelana. Y todos deseosos de que fuera un horrible sueño y consiguieras abrir los ojos. No puedo creerlo. Aquella mirada inerte y frágil. ¿Qué dios ha sido tan injusto de arrebatar la vida a una chica de 21 años cuando le quedaba toda una vida por delante?
Maldigo a los periódicos. Toda una vida contada en diez viles e insignificantes líneas en forma de crónica de sucesos. Lamentable. La misma crónica podría servir, por desgracia, en multitud de ocasiones. Simplemente habría que modificar la edad, lugar y nombre para que el texto encajara entre las páginas de un diario. Somos así. La vida de una persona reseñada como el ladrón que roba a una anciana. Nada de sentimiento, de humildad, de emoción. Qué injusto es todo. Simplemente frío, como el que yo sentí cuando me dijeron que por culpa de un accidente de tráfico tú ya no estabas. Seguramente si hubieras llevado puesto el cinturón de seguridad en aquel momento nada de esto hubiera sucedido, y todavía estarías entre nosotros.
Lo lamento de veras.
Ánimo, amigo
lo siento mucho
Lo siento mucho. De verdad.
http://www4.loscuentos.net/cuentos/link/181/181716/