Si el amor es el sentimiento que mueve el mundo, el motor de todos nosotros, lo que también más nos amarga la existencia pero lo único que nos ata a ella, 3:19 es una de esas películas que marcan la diferencia, aportando una dosis de esperanza y melancolía al espectador.
Avocada a convertirse en una propuesta cinematográfica de culto, la ópera prima del director mexicano Dany Saadia utiliza la amistad y el amor para coser una historia donde las casualidades recorre las vidas de los personales. ¿Casualidad o causalidad? La eterna duda, aquí se obtiene una respuesta. Que no la verdadera y única.
Tres vidas, la de un joven lleno de vitalidad que no le teme a la muerte a pesar del cruel destino que le acecha, la de un desafortunado matemático y la de un biólogo a quien la suerte tampoco acompaña, estas dos últimas experiencias narradas de una forma singular. Es la parte de animación y la más original de la película.
Aunque el ritmo lo marcan las casualidades, parte de la película que permanece inalterable al entendmiento, acaba por deslavazarse en el trascurso de unas secuencias dramáticas. Sin embargo, la dosis de nostalgia y las lacrimógenas imágenes que subyacen contínuamente, hacen de la muerte de un joven, de un superhombre a quien nada ni nadie puede derrumbarle, una auténtica explosión de ilusión.
Ahí está, sin nada, algún día la muerte también nos atrapará pero ello no quiere decir que no sea una etapa más de la vida. Este episodio es importante, sí, pero, aunque la carga dramática existe, se recorta el sufrimiento dando paso al vacío. Ello no quiere decir que se trate de una manera ingenua poque el peso de la película está en otra parte. Si a esto se añade la burbujeante presencia del ‘duquesísimo’ Miguel Ángel Silvestre, quien demuestra que es capaz de cambiar de registro y dejar al lado al superhombre, el éxito está casi asegurado.
Wey! Que bonito post cabrón! Eres poca madre! Gracias José! Un placer haberte conocido pinche compañero de peda, y haber bajado «estrellas» para ofrecerlas a las todas las darias del mundo (España primero carajo!).
p.s. nota el «correcto» uso (y ortografía) de las interyecciones mexicanas! 😉
Dany , muchas gracias pero gracias a ti por todo. Espero que nuestra Daria nos encuentre algún día. 😛 Saludos desde Madrid.
Locos, ambos!!
Qué gran noche y que bueno porder compartirla contigo y con Dany (y con el resto de gente). Qué bien que bajaras de Madrid, que dejaras tu mvl el twitter, que Baimorali-Alicia lo cogiera,.. casualidad? Otro 3:19 para apuntarnos…
Un besazo enorme desde esta, tu costa.
😛
Coco, , nada es casualidad. Todo tiene un por qué. Quizá teníamos que conocernos.
Gracias a ti/vosotras por la gran acogida. Me lo pasé estupendamente bien, la verdad. Hay que repetir. Gracias por lo de «tu costa». Se la echa de menos.
Saludos desde Madrid. Viu i sonriu.
José, te he enlazado en un meme,. espero me perdones, pero es que se trataba de pensar en cosas felices. Eso es un buen ejercicio! Un besazo
Pat, claro, jefa. Le echaré un vistazo. Gracias. TRataré de contestarlo pero no sé todavía cuándo lo haré. Saludos desde Madrid,
Lo ideal es que el amor moviera el mundo. Pero, no es así. Es el dinero. Y sobre ello también existe una larga filmografía. Hasta el amor tiene un precio. Cosas de la vida. Un saludo y a seguir.
Amor, dinero, ambición, poder, piedad, miedo, necesidad, el mundo es muy complicado para decidir que lo mueve, pero celebro toda apuesta por el amor, voy a buscar esa película y le dedicaré unas horas y un The london gin para disfrutarla como parece merecerse
, Johnny, , me alegro de verte por aquí. Sé que es difícil creer en el amor y más cuando a uno le han dado muchos palos. Sin embargo, y no quiero pecar de ingenuo juvenil, quiero creer en él todavía. No sé lo que me deparará el futuro pero seguiré buscando aquello en lo que creo.
Juan , y a ti te digo lo mismo. Al final, todo es amor, aunque sea ‘amor al dinero’, o ‘amor por tenerlo todo’, o ‘amor al poder’….pero todo lo que nos envuelve está fabricado en amor y odio. Yo me decanto por lo primero. Espero que te guste la película.
Saludos desde Elda.