Un año para recordar

Este ha sido el año de la crisis económica mundial. Ya lo había advertido el ilustre Arturo Pérez-Reverte hace, precisamente, diez años. Los amos del mundo son los que especulan con un dinero cada vez más opaco del que nadie sabe nada.

Y si no que se lo pregunten a Bernard Madoff. Esto ha sido un saqueo, una cueva de Alí Babá, y el ejemplo de que los movimientos financieros es un mar infestado de tiburones sin escrúpulos. La codicia humana no tiene límites. Y entre todos hemos matado a la confianza sobre los reguladores. Esto es el punto de inflexión de algo nuevo que tiene que llegar.

Esta delicada situación ha propiciado el cierre de numerosas empresas y la presentación de Expediente de Regulación de Empleo, que ha dejado en la calle a miles de trabajadores. El peor dato desde hacía doce años. Y subiendo, pues todo apunta que el próximo año la cifra de parados rozará los 4 millones. Tanto es así que España se ha convertido en el segundo país de la Unión Europea que más empleo destruye.

Son malos momentos para la lírica. Y para las ilusiones de todos. Pero no hay que temer puesto que los héroes están con nosotros. Indiana Jones y Batman volvieron a las pantallas, aunque este último haya perecido en los cómics durante un enfrentamiento con uno de sus mayores enemigos.

Pero luego ocurren cosas como la masacre de Bombay y uno se replantea qué está sucediendo de verdad en el mundo. Y si allí sucedió, por qué no en Europa. No es descabellado. El mundo nos dejó otras muchas cosas que no habría que olvidar. Como tampoco habría que olvidar el desastre de Eurovisión, donde se demostró que cualquiera puede representar a un país por muy mal que lo haga. Fue el ejemplo de la poca calidad y valía de este concurso pasado de moda.

Pero también este 2008 es el año del final de la era Bush y el ascenso de un presidente negro a la Casa Blanca. Los tiempos están cambiando. Algunos ya han despedido a Bush su manera. De él no hay nada más que decir, puesto que, tras embarcarse en una guerra innecesaria, ha reconocido que de lo único que se arrepiente es del error de investigación de las armas de destrucción masiva. Nunca es tarde si la dicha es buena.

Quien sí que continúa es José Luis Rodríguez Zapatero. El PSOE volvió a ganar las elecciones generales pese al ascenso ‘popular’. No tanta suerte corrieron los 154 pasajeros de un avión de Spanair que no estaba adecuado a las circunstancias y se salió de pista. Resultado: una masacre, una gran tragedia, que me enteré mientras disfrutaba de un viaje por la romática Italia. El temor a volar se generalizó.

Y también no hay que olvidar que ha sido el año de la Eurocopa y de los magníficos Juegos Olímpicos de Pekín, donde habría que felicitar a todos y cada uno de los medallistas, más allá de la selección española de fútbol, que ganó el campeonato. Pero es que el deporte rey es así, aunque suene raro.

Entre otros acontecimientos que han marcado el año, se cumplieron 60 años de la Nakba, término utilizado para designar el éxodo palestino como consecuencia de la guerra árabe-israelí. De terrorismo tenemos constancia en España, por eso nos alegramos tanto de la detención del jefe militar de ETA, que pone contra las cuerdas a la banda.

El juez Baltasar Garzón, ávido y hambriento de cámaras, quiso dar un golpe fuerte en la memoria histórica para tratar de desenterrar a las víctimas del Franquismo. Pero no pudo ser. Pero, recordando efemérides, se cumplieron el 200 aniversario del Levantamiento del 2 de Mayo, aunque este acontecimiento ya queda mucho más lejos en la memoria. Quien no pudo acabar el año fue el actor Paul Newman, una auténtica leyenda del cine.

Declarado como el Año Internacional del Planeta Tierra, el 2008 comenzó además con subidas en las tarifas de luz, gas, transporte y teléfono, entre otras cosas. Hablando de teléfonos, el iPhone, el caramelo de Apple, llegó a España. Y con este artílugio, las largas colas para hacerse con uno. Yo, que soy más de BlackBerry, me quedaría con la Storm, una arriesgada avenura, que Vodafone lo comercializó para tratar de reducir el efecto iPhone.

Twitter se asentó en nuestras vidas y no ha podido despegarse de nosotros. Nuevas aplicaciones surgieron y trataron de hacerle frente, pero no, tiene mucho aguante. Pero queda la duda de si se trata de un extraño Gran Hermano o un simple canal de información. Sobre los blogs se especuló acerca de su más que segura muerte. Hernán Casciari lo dejó muy claro durante el III Congreso de Nuevo Periodismo.

En el ámbito de la cultura, en estos últimos meses han renacido de sus cenizas grandes grupos de rock como AC/DC,Metallica o Guns ‘n’ Roses. ¡No, si ahora va a resultar que el heavy es el rey de ventas!. Pero no hay que olvidar que este 2008 será recordado por todos los amantes de la música por ser el año del regreso de grandes grupos como Led Zeppelin o The Police. Atrás dejamos un año lleno de grandes esperanzas y muchos deseos para el próximo, que todos esperemos sea mejor.

Un año para recordar 2007

Un año para recordar 2006