No a las bombas de racimo

El diccionario de la Real Academia Española clasifica el término ‘bomba’ en treinta acepciones. Sin embargo, es la duodécima a la que nos referimos habitualmente. Allí, leemos: «Artefacto explosivo provisto del artificio necesario para que estalle en el momento conveniente«. Existen numerosos tipos de bombas, en función de su tamaño y, sobre todo, según el resultado obtenido tras su lanzamiento. Aterra tan solo escuchar las atrocidades que puede cometer.

Y no es para menos, pues suponen un tremendo peligro para los habitantes de los países acechados por las irreductibles e injustas guerras.

De hecho, son los niños, amparados en su tierna inocencia, desconocedores de cualquier daño colateral, los que lo sufren habitualmente. Mucho más letales que las bombas anti-persona, las bombas de racimo quedan esparcidas sobre las ruinas que provocaron.Terrible. Como seres racionales, los seres humanos deberíamos mostrar nuestra más sincera sensibilidad para denunciar ciertas atrocidades que se cometen a lo largo y ancho del planeta.

Francisco Polo es el impulsor de la Campaña ‘Bombas de racimo: armas fuera de control’, que ha revolucionado la blogosfera gracias a una reivindicación popular digna de elogios. Para ello, se pone de relieve la importancia de un acuerdo internacional para eliminar de una vez por todas estos artefactos asesinos. Y parece que ya hay personas que se han concienciado. Pero todavía queda mucho trabajo por hacer. Esto es solo el principio.

Publicado por josedaze

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